Importancia del voto
El voto en los comicios municipales y autonómicos del
28-Mayo 2023
Se acercan las elecciones municipales y autonómicas y se habla mucho de política. Según los datos del CIS (abril 2023) desde 2020, los españoles que se declaran católicos no llega a un 54%, y entre los adultos más jóvenes apenas habría un 10%.

Evidentemente son datos del CIS que dirige José Féliz Tezanos y que no goza, precisamente, de gran credibilidad.
Ante estas elecciones y lo hago extensible a otras pasadas y futuras, el Secretario de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, decía en abril de 2023 «Que nadie utilice a la iglesia como una moneda de cambio o arma arrojadiza en los debates políticos, o en la dialéctica que se realiza previa a unas elecciones».
Veo un miedo en esa declaración, colocando como pretexto a la Iglesia. Pero es que la Iglesia somos todos los bautizados. Y todo bautizado: obispo, cardenal, laico, todo ciudadano tiene un compromiso con el voto.
Contra la arbitrariedad, el abuso de poder y del derecho, el secuestro de la práctica democrática y la pérdida de los derechos constitucionales, la liquidación del derecho a la vida y la consagración del deseo como principal motor de una vida, la Iglesia (es decir, los bautizados), tienen que pronunciarse.
No hay ningún partido que sea el partido de la Iglesia. Es cierto. Pero los millones que forman la Iglesia sí votan, sí pueden proponer un determinado voto, si tiene el compromiso de defender una postura política lo más acorde con el mensaje del Evangelio.
De ahí que la afirmación: «Que nadie utilice a la iglesia como una moneda de cambio o arma arrojadiza en los debates políticos, o en la dialéctica que se realiza previa a unas elecciones», suena a «mieditis». Los curas también, son ciudadanos…Lo contrario sí es clericalismo.
Actuar más que publicar
La Iglesia debe, de una vez por todas, no solo publicar textos, sino actuar llamando a sus laicos a la acción organizada. No puede limitarse por mas tiempo a cumplir con formalidades, sino que necesita situarse en un cambio de paradigma, que es precisamente lo que vive España.Tiene un deber evangélico y moral, pero también, por simple espíritu de supervivencia, debe impulsar la actuación de sus feligreses.
No podemos elegir a cualquiera, no da lo mismo uno que otro.
Criterios a tener en cuenta:
- A) Apoyo a quien manifieste signos de concordia, de entendimiento, de diálogo, de unidad y de perdón superando momentos pasados de signo negativo. Hay que mirar al futuro.
- B) Defensa y apoyo a quien plantee la desaparición de las desigualdades sociales, con atención prioritaria a los que menos tienen, los inmigrantes, los refugiados; en resumen los que son «descartados» por una sociedad consumista y autosuficiente, los parados, los ancianos, enfermos terminales.
- C) Defensa y apoyo a quien reconozca los derechos fundamentales de toda la ciudadanía. Y ello frente a cualquier totalitarismo, sea del signo que sea.
- D) Apoyo a quien defienda la vida, en todas las fases de su existencia, desde su concepción hasta su muerte natural.
- E) Apoyo a quienes defiendan y promuevan la libertad religiosa y de conciencia.
- F) Apoyo a quienes defiendan la libertad en las relaciones sociales: libertad de enseñanza, libertad de los padres en su responsabilidad familiar.
- G) Apoyo a quienes se oponen a un pensamiento único, con tintes «totalitarios».
- H) Apoyo a quienes rechacen «el adoctrinamiento ético y el intervencionismo cultural» que se refleja en algunas de las legislaciones aprobadas en la legislatura que está terminando.