La guerra y el diablo
¿Hemos olvidado el lenguaje de la paz?, sí lo hemos olvidado. ¿Por qué los seres humanos no hemos aprendido del pasado y seguimos utilizando las armas para resolver problemas?.

A Europa la guerra le afecta de forma especial. Pero miremos un poco más allá porque el mundo está en guerra:. Siria, Yemen…En la segunda pregunta, le preguntan cómo «mediar» con aquellos que no quieren dialogar, los que solo buscan oprimir, si «con el diablo no se dialoga”. El diablo siempre busca nuestra destrucción. ¿Por qué? Porque somos la imagen de Dios”.
El problema de los refugiados es un problema que también sufrió Jesús, porque fue emigrante y refugiado en Egipto cuando era niño, para escapar de la muerte.
Esquema cainita de la guerra.
Vivimos con este esquema demoníaco, que pide matar en aras del poder. Hemos olvidado el lenguaje de la paz.
En las tres tentaciones del diablo a Jesús, el diablo hace propuestas mundanas. La primera, el hambre. Después la vanidad, las cosas mundanas y a continuación el poder. Saciar el hambre, la mundanidad, vanidad y el poder; cuando te dejas llevar por esas «sirenas» mundanidad, vanidad, poder, estás derrotado.

El diablo pone a prueba a Jesús (Mc 1.12-13; Lc 4.1-13; Mt.4,1-11)
(Mt. 4,1-11) «…Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo le pusiera a prueba. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer, y después sintió hambre. Se acercó el diablo a Jesús para ponerle a prueba, y le dijo: –Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en panes.
Pero Jesús le contestó: –La Escritura dice: ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que salga de los labios de Dios.’
Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió al alero del temploe 6 y le dijo: –Si de veras eres Hijo de Dios, échate abajo, porque la Escritura dice:
‘Dios mandará a sus ángeles que te cuiden. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con ninguna piedra.’
Jesús le contestó: –También dice la Escritura: ‘No pongas a prueba al Señor tu Dios.’
Finalmente el diablo le llevó a un monte muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y su grandeza le dijo: –Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras.
Jesús le contestó: –Vete, Satanás, porque la Escritura dice: ‘Adora al Señor tu Dios y sírvele solo a él.’