La enfermedad en la Iglesia (algunas jerarquías)

La Iglesia (algunas jerarquías de la Iglesia, es decir, grupos de poder) precisan una vacuna para determinadas enfermedades

¡ Cuanta marginación por parte de la Jerarquía ! ¡Cuanto pecado de omisión en determinados mandos jerárquicos!

En la Iglesia Católica, se necesita recuperar la imagen de la Iglesia como Arca de Noé, en la que caben todos los que navegan hacia Dios, eliminando cualquier signo de favoritismo y exclusión. Porque ocurre no pocas veces que, bajo el pretexto poco evangélico de que «no son de los nuestros», se prescinde de personas muy valiosas…. 

La nave de Pedro está llamada a adentrarse sin miedo en el mar, aunque las olas la cubran hasta hacerla zozobrar. Sin temer los riesgos del mundo moderno, porque en ellos se oye la voz de Jesús que dice: rema mar adentro”. 

Hoy que estamos aún inmersos en una pandemia, pregunto:¿ qué caso se hace hoy en día, en determinadas jerarquías de la Iglesia Católica, a la queja y crítica (enfermedades) de la Iglesia

La enfermedad de sentirse indispensable, con falta de autocrítica. Es la enfermedad de quienes se sienten amos y superiores a todos.

La enfermedad que te hace perder la sensibilidad y desprecia al que consideramos que no comulga con nuestro pensar. Y así se le margina y “arrincona”

La enfermedad que pretende regularlo todo (legalismo). Todo tiene que ser domesticado. Y marginan la frescura, la creatividad y la innovación.

La enfermedad de Alzheimer espiritual, es decir, olvidan al Maestro y quedan en ídolos que construyen y mantienen desde el poder.

La enfermedad de la vanagloria. Las ropas, los colores se convierten en lo principal.

La enfermedad que siembra cizaña y así quema la fama del otro. Son los que por cobardía no son capaces de hablar cara  a cara, sino que marginan a escondidas.

La enfermedad del “chaqueteo” con el superior para conseguir “trepar”. Solo piensan en lo que tienen que conseguir no en lo que tienen que aportar. Brilla el egoísmo.

La enfermedad de los grupos cerrados, bloques que no aportan luz, transparencia. Grupos que se cierran en su exclusivo beneficio, considerándose privilegiados por el poder. 

La enfermedad que busca poder, aunque para conseguirlo no excluyen la calumnian, difaman, desacreditan a los demás. Se sienten con bula especial.


El lector puede preguntar por qué esta alusión? ¿por qué ese título: la enfermedad de la Iglesia (algunas jerarquías)?

Respondo que entre otras circunstancias, el virus se contrae con comportamientos como los que viví en el Aula Pablo Domínguez de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, cuando el 28 de abril asisto a unas conferencias sobre la Sagrada Escritura.

Tenía interés en escuchar al prof. Dr. D. Olivier-Thomas Venard op. Profesor en la Ecole biblique (Jerusalén).

Mi confusión sucede cuando en el descanso de la tarde, intento sacar una foto al Prof. Venard

Estaba en la salita que existe al lado del Aula. La puerta estaba abierta totalmente y había presenciado entrar y salir algunos de los conferenciantes y otras personas que estaban asistiendo a las conferencias.

Intento sacar una foto al Prof. Venard mientras firmaba un libro y me interrumpen bruscamente un fotógrafo que dice ser de la casa y un sacerdote que dice ser el Secretario General.

Me prohiben sacar fotos. Me piden acreditación. Acudo a la conferencia siguiente que iba a comenzar, donde saco alguna foto.  Al  final de todo, nuevamente me aborda el Secretario Raúl Orozo y me dice que tengo que borrar todas las fotos que haya realizado.

Aunque posteriormente, se pudo aclarar la situación, salí con tristeza y pensando -más en este tiempo de sinodalidad- que qué difícil es combatir los virus como el autoritarismo y la prepotencia que se infiltran y abundan en determinados estamentos de la Iglesia.

Dr. Venard entre Dr. D.Manuel Aroztegi y Dr. D. Ignacio Carbajosa

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