Comprensión de un genio: Einstein (1)
La fuerza del amor
Einstein y San Pablo
Einstein conocía, como buen judío, la Biblia
«Mi Dios puede que no sea tu idea de Dios, pero una cosa sé de mi Dios: que me hace una persona humanitaria. Yo soy un judío orgulloso porque hemos dado al mundo la Biblia y la historia de José» (Einstein; cit. en 1948- Hermanns, Einstein and the Poet: In Search of the Cosmic Man (1983), p. 106).
Einstein cuando era niño, recibió enseñanza tanto de la Biblia como del Talmud. “Soy un judío, pero estoy fascinado por la figura luminosa del Nazareno.» En su libro Mein Weltbild (Mi visión del mundo), publicado originalmente en Amsterdam, en 1934, el físico habló de lo que consideraba «la doctrina capaz de curar a la humanidad de todos los males sociales«; a saber, la doctrina original de la Biblia y las enseñanzas de Jesucristo.
Einstein no era practicante del judaísmo ortodoxo y reprochaba el nacionalismo judáico, pero reconocía el valor de su herencia cultural judáica y de la espiritualidad cristiana. «Mi religión se basa en Moisés: ‘Ama a Dios y ama a tu prójimo como a ti mismo.’ Y para mí, Dios es la Causa Primera. David y los profetas sabían que no puede haber amor sin justicia, ni justicia sin amor» (1948 – William Hermanns, Einstein and the Poet: In Search of the Cosmic Man (1983), p. 59).
«Mi Dios puede que no sea tu idea de Dios, pero una cosa sé de mi Dios: que me hace una persona humanitaria. Yo soy un judío orgulloso porque hemos dado al mundo la Biblia y la historia de José» (Einstein; cit. en 1948- Hermanns, Einstein and the Poet: In Search of the Cosmic Man (1983), p. 106)
Texto de 1 Cor. 13 de san Pablo (1 Cor,13,1-13)
“…1 Si hablo las lenguas de los hombres, y aun las de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que retiñe. 2 Y si tengo el don de profecía, y entiendo los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas; y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. 3 Y si reparto entre los pobres cuanto poseo, y aun si entrego mi cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve. 4 Tener amor es saber soportar, ser bondadoso; es no tener envidia, no ser presumido, orgulloso, 5 grosero o egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; 6 es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. 7 Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, soportarlo todo.8 El amor nunca dejará de ser. Un día cesarán las profecías, y no se hablará más en lenguas ni será necesaria la ciencia. 9 Porque la ciencia y la profecía son imperfectas 10 y tocarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.11 Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre dejé atrás lo que era propio de un niño. 12 Ahora vemos de manera borrosa, como en un espejo; pero un día lo veremos todo como es en realidad.Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día lo conoceré todo del mismo modo que Dios me conoce a mí. 13 Hay tres cosas que permanecen: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante es el amor…”
Albert Einstein y su familia
Albert Einstein tuvo dos hijos con su primera esposa, Mileva Maric: Hans Albert Einstein, nacido en 1904, y Eduard Einstein, nacido en 1910.
Su nieta Evelyn Einstein, hija de Hans Albert, en los años 80 encontró 500 cartas de Einstein en una caja de seguridad en Berkeley.


La relación entre Einstein y su esposa Mileva Maric estuvo marcada por muchas vivencias, una de la más extrañas fue ocultar el nacimiento de su hija Lieserl nacida un año antes de que se casaran. Las especulaciones son de todo tipo: que la dieron en adopción, que murió de escarlatina cuando solo tenía un año. La correspondencia reveló que, antes de contraer matrimonio Albert Einstein y Mileva Maric tuvieron una primera hija, Lieserl, nacida en 1902.
Es precisamente su correspondencia la que nos confirma que Lieserl existió. «¿Está sana? ¿Y llora convenientemente? ¿Cómo son sus ojos? ¿A cuál de nosotros se parece más? ¿Quién le da la leche? ¿Tiene hambre? Debe ser completamente calva. Todavía no la conozco y la quiero tanto», le escribió Einstein, desde Suiza, a Mileva. Había dado a luz lejos de él, en Serbia.
La madre de Einstein no estaba de acuerdo con la unión A.Einstei y Mileva, se cuenta en Einstein on Einstein: Autobiographical and Scientific Reflections (Einstein sobre Einstein: reflexiones autobiográficas y científicas). Un embarazo antes del matrimonio era un escándalo gigante”. Estaban muy enamorados. Se cree que la relación comenzó cuando él tenía 19 años y ella, 23. Había sido su compañera en el Instituto Politécnico de Zúrich, donde la joven demostró buena aptitud como física y científica.
Una vez Einstein consiguió un trabajo estable en Berna, Mileva regresó y se casaron en 1903. Mileva Maric, esposa de Einstein, participó en los estudios sobre la relatividad. Einstein, le dio el importe del Premio Nobel que le concedieron en 1921 y que oficialmente fue parte del acuerdo de divorcio. La madre de Einstein no veía con agrado esa unión.
Einstein y sus cartas
Einstein escribió cerca de 12.300 cartas a lo largo de su vida, distribuidas por todo el mundo, tanto a familiares como a amigos y compañeros de trabajo. Algunas de esas cartas fueron publicadas por la Universidad de Princeton en 1992 bajo el título “The Love Letters”. Allí puede leerse que Albert Einstein estaba en Suiza cuando nació Lieserl; se cree que en la actual Serbia, de donde su familia era originaria.
La carta que sí se conserva en la Universidad Hebrea es la de septiembre de 1903 donde se menciona a Lieser.
En la carta se encuentran expresiones como:
- El amor es luz, es gravedad, es potencia.
- El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere.
- El amor es Dios y Dios es Amor.
Hay opiniones diversas sobre si estas afirmaciones pertenecen a una carta de Einstein. Al margen de si es el autor de esas frases tomadas de la carta, la realidad es que la verdad que encierran es lo importante.