Sobre el ADN

Estos días se aludió varias veces al ADN de la Iglesia en relación con el espíritu sinodal de la misma. Pero ¿el abuso de poder no está en el ADN de la Iglesia?.

Existen diversos tipos de abuso: de poder, económico, de conciencia, sexual. El abuso de poder supone un exceso en el desempeño de las propias funciones jerárquicas, pastorales o espirituales, estableciendo relaciones perversas y forzando a alguien en su conciencia para robustecer el propio poder e imagen.

La deriva sectaria, como forma más radical de tal atentado contra la libertad, es la toma de control de todo un contexto social. Son verdaderos sistemas que pueden pasar desapercibidos dentro y fuera de una institución. Si a esto se añade la dimensión espiritual, que toca aspectos muy profundos de la estructura de la persona, estaremos ante un abuso espiritual. Su violencia es real; sus consecuencias, devastadoras; el sufrimiento causado, inmenso.

Propuestas Sínodo. Madrid 7-5-2022

Semáforos que avisan:

  • Personalidades carismáticas seductoras, hoy marcadas por un fuerte perfil mediático.
  • El uso de lenguaje religioso, para crear percepciones ambiguas de la realidad y justificar el mal acudiendo a palabras como entrega, don de uno mismo, sacrificio, comunidad, misión, etc.
  • La alusión a la obediencia que sitúa a quien obedece ante un dilema de conciencia.

El tomar decisiones ejerciendo el autoritarismo sin ninguna explicación razonable está en clara contradicción con el Evangelio

El abuso de poder es una triste realidad que se sigue dando en la Iglesia Católica y en otros ámbitos de la sociedad. 

¡Qué obsesión tan desmesurada por imponernos controles clericalistas!.

El mal existe y la Iglesia mala gana cuando la Iglesia buena calla y mira para otro lado. Si se calla ante la injusticia, el poder se avanza y la injusticia se propaga. El silencio ante la injusticia nos hace culpables.

En la Iglesia, sobre todo, en determinados cargos, hay una gran actitud de miedo y sumisión a todo lo que digan y decidan esos cargos que algunos asumen diciendo que sirven y lo que hacen es servirse del cargo y además con autoritarismo. Esto es fruto de una larga historia de exclusión, imposición, control y autoritarismo. Es hora de frenar y abolir esas conductas.

Miedo a la libertad. Es preciso rebelarse contra ese miedo. La libertad es un regalo de Dios, por encima de autoritarismos y poderes de todo orden. En el cristianismo nadie ha de estar por encima de nadie. Dios nos iguala en la fraternidad. Los servicios son para ayudar, no para imponer voluntades propias. Jesús de Nazaret se atrevió a romper con normas y leyes esclavizantes. Es así como se irá creando una Iglesia más pobre, humilde y sencilla.

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