Centros de acogida. Las víctimas son la preferencia
Nueva regulación ‘Vos estis lux mundi’ que ordena a todas las diócesis del mundo a la creación de centros de acogida y de escucha para las víctimas. «Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte» (Mt 5,14).
Esta responsabilidad recae, en primer lugar, sobre los sucesores de los Apóstoles. Ante el problema grave de los abusos a menores en la iglesia no hay que generalizar injustamente e implicar al resto de la iglesia. Si así se hace estamos ante un intento más, dirigido a mantener y generalizar la idea de una Iglesia abusadora, a fin de desacreditarla ante la opinión pública y reducir su influencia social, verdadero horizonte de los poderosos que promueven la ideología de género.
Los Cristianos somos gente respetuosa, que no merece el descrédito que -últimamente- se hace consciente o inconscientemente. Con frecuencia se mira a otro lado, se calla y silencia el blanqueamiento de alguna forma de la pedofilia. ¿Es un objetivo más, de la Agenda 2030 que promueve la ONU, aceptada por varios países?
Recuerdese (setiembre 2022) las declaraciones de la ministra Montero acerca del derecho de los niños a mantener relaciones sexuales consentidas, incluso con adultos.
Hay que preocuparse y estar radicalmente en contra de los abusos sean de poder, de conciencia o sexuales. Nos preocupa el porcentaje que sea, (aunque sea un 0,01%) en la Iglesia: también el 98’8 % de abusos sexuales a menores que se producen en la sociedad.
NB. A Irene Montero se le atribuyó unas declaraciones refiriéndose al derecho de los niños a mantener relaciones sexuales consentidas, incluso con adultos.
Lo que dijo fue: “Porque todos los niños, niñas y niñes de este país tienen derecho a conocer su cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y derecho a amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas eso sí, en el consentimiento”.
Irene Montero estaba aludiendo a la ley de Derechos Sexuales y Reproductivos y abordaba tanto el derecho a recibir una educación sexual como el derecho de las jóvenes de 16 y 17 años a interrumpir voluntariamente el embarazo sin la obligación de contar con un permiso parental previo.