«Estamos en ello» y «Estamos trabajando»

«¡ Estamos en ello! »

Vamos con la expresión: «estamos en ello», expresión tan versátil y llena de significado. Como una melodía que nunca llega al estribillo o una película que nunca tiene un final, siempre estamos en ello, ¿no es así? Tan vagamente prometedora, como si estuviéramos a punto de descubrir la cura para todos los males del mundo, pero en realidad solo estamos tratando de decidir qué pedir para cenar. ¡Genial!

Es una expresión muy querida por todos aquellos que desean evitar compromisos concretos y responsabilidades precisas. Es como un abrazo de oso que nunca termina, una promesa que se diluye en el aire. Nos sumerge en un mar de ambigüedad, donde flotamos sin rumbo fijo. Mientras tanto, estamos en ello, navegando en un barco sin timón hacia un destino incierto, pero al menos estamos en ello, ¿verdad?

La expresión «estamos en ello», es una verdadera obra maestra de la evasión. Es como el refugio perfecto para aquellos que desean posponer cualquier compromiso real o tarea concreta. Nos pretende mostrar la idea con la ilusión de estar ocupados, de estar activos en la búsqueda de una solución o realizando algún tipo de progreso, cuando en realidad estamos merodeando en el limbo de la inactividad. 

Es como un tranquilizador que pretende sugerir que se está  en una situación de productividad, de trabajo, cuando en realidad todo queda en la oscuridad. 

«Estamos en ello», decimos con una sonrisa irónica, mientras miramos al horizonte y nos preguntamos cuándo, o si alguna vez, daremos un paso adelante y enfrentaremos la realidad de frente.


«¡Estamos trabajando!«

Estamos trabajando… ¡Claro que sí!. Estamos aquí, en este mundo laboral tan bullicioso, donde las horas pasan tan lentamente como un caracol en una carrera de velocidad. Sí, estamos trabajando… o eso dicen las montañas de papeles por hacer y las tazas de café vacías. ¡Qué lugar tan fascinante este. ¡Estamos trabajando, en verdad!

¿Quién no ha oído alguna vez este mantra en el mundo laboral? Es como la coletilla universal para todo, desde aplacar la ansiedad de un cliente impaciente hasta justificar el sonido del teclado cuando en realidad estamos navegando pasando el tiempo en internet.

«Estamos trabajando» es la melodía que tarareamos, aparentemente ocupados pero en realidad planeando mentalmente qué serie veremos esta noche. Es el lema para justificar una tarea que lleva días en nuestra lista de pendientes. «Estamos trabajando» es el escudo que nos protege de las miradas inquisitivas cuando nos pillan en medio de un ataque de distracción.

«Estamos trabajando», gritan con entusiasmo, mientras el caos reina en su entorno laboral. Nos abrazamos a esa frase como si fuera un salvavidas en un mar de problemas y responsabilidades, libremente asumidas y mientras los plazos de realización caminan día tras día hacia el abismo del olvido. «Estamos trabajando», proclamamos con un tono que intenta ser convincente, mientras nuestros ojos divagan por la oficina, el trabajo, el despacho…buscando cualquier distracción que nos aparte del deber verdadero. Es el mantra que repetimos una y otra vez, como si la mera repetición pudiera convertir nuestras intenciones en acciones tangibles.

«Estamos trabajando», murmuramos, sabiendo que en realidad estamos luchando contra la montaña de responsabilidades que se alza ante nosotros y que la incompetencia, la inercia, la pereza, la comodidad nos lo pone imposible de realizar convenientemente. Es la frase que pronunciamos con la esperanza de que nadie vea a través de nuestra fachada de ocupación y descubra la verdad detrás de nuestras palabras.

En resumen, «estamos trabajando» es nuestra bandera en el campo de batalla laboral, ondeando orgullosamente, siendo conscientes de quenuestras acciones no respaldan nuestras palabras.

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