Con la edad aprendí…


Con la edad aprendí

  • Con la edad aprendí 
  • que todo momento pasa 
  • y que la vida prosigue
  • que el tiempo nunca se cansa 
  • y el ayer siempre se extingue.
  • Con la edad aprendí 
  • que llegar a algo no es crecer,
  • que mirar no es ver, 
  • ni que oír es escuchar, 
  • ni lamentarse sentir,
  • ni acostumbrarse querer.
  • Con la edad aprendí
  • que andar solo no es soledad,
  • que cobardía no es paz,
  • ni ser feliz, sonreír
  • y que peor que mentir
  • es silenciar la verdad.

  • Con la edad aprendí 
  • que la gente a veces cambia
  • cuando el poder les convida
  • que aunque el dinero hace falta
  • jamás nos cierra una herida.
  • Con la edad aprendí
  • que la humildad no es sumisión,
  • la humildad es ese don
  • que se suele confundir.
  • No es lo mismo ser servil
  • que ser un buen servidor.
  • Con la edad aprendí 
  • que la juventud no cesa
  • cuando la vejez nos alcanza.
  • Que la escuela nos instruye; 
  • pero se educa en la casa.

  • Con la edad aprendí
  • que los sueños se persiguen; 
  • pero la paz se construye
  • que la libertad se exige 
  • y la soberbia destruye.
  • Que el perdón es una cura 
  • que nos sana lentamente 
  • y el rencor es un tormento 
  • que nos perturba la mente.
  • Con la edad aprendí
  • que un amigo es un tesoro 
  • que debemos valorar
  • y la familia es el templo 
  • donde aprendemos a amar…
  • Con la edad aprendí
  • que el mañana es muy incierto
  • que la humildad engalana
  • que es la muerte certeza 
  • y es la vida enseñanza.

  • Con la edad aprendí
  • que es mala la caridad
  • del ser humano que da
  • esperando recibir,
  • que no hay defecto más ruin
  • que presumir de bondad.
  • Con la edad aprendi
  • que ser niños es un juego 
  • y jóvenes primavera 
  • y que ambos se fusionan 
  • cuando la vejez nos llega.
  • Con la edad aprendí
  • que en cuestión de conocer,
  • de razonar y saber,
  • es importante, entendí,
  • mucho más que lo que vi,
  • lo que me queda por ver. 

  • Que Dios es fuente
  • de Fe
  • y es Amor.
  • Es esperanza.

Tempus fugit

Tempus fugit’ (traducido como «el tiempo huye», «el tiempo se fuga», o «el tiempo vuela») es una locución latina que hace referencia explícita al veloz transcurso del tiempo. La expresión parece derivar de un verso de las Geórgicas del poeta latino Virgilio (70 a. C.- 19 a. C.) (Georgicae, III, 284,) que dice más exactamente:

«Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus» 

(Pero huye entre tanto, huye irreparablemente el tiempo)

En algunos casos, podemos encontrar una versión ampliada de la expresión, la cual es: «Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra» (El tiempo se escapa como una nube, como las naves, como una sombra). Esta segunda cita no pertenece a Virgilio, sino que es una mezcla de varias referencias al Libro de Job del Antiguo Testamento:

  • Como una nube (Job, 7,9);
  • Como las naves (Job, 9,26);
  • Como una sombra (Job, 14,2)

(Fuente: Anónimo, Rafael Amor, Dhiaga Cosaint)

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