Día de los abuelos
Se necesita una revolución de la ternura. Única revolución alabable
Los Ancianos tienen una misión importante en la vida. Son “artífices de la revolución de la ternura”.
« Honra a tu padre y a tu madre » (Dt 5, 16).
“Aun en su vejez, darán fruto” (Sal 92,14)

Si tenemos abuelos, no los olvidemos ni dejemos de visitarlos. Preguntémosles acerca de su vida. Seguramente descubriremos muchas cosas que no sabíamos y tendremos la oportunidad de aprender de sus aciertos y errores. La visita a los ancianos que están solos es una obra de misericordia de nuestro tiempo.
Los ancianos representan un 25% de la población mundial. El número de personas mayores de 65 años en el mundo crece a un ritmo cada vez más acelerado. En los últimos 60 años, este grupo de edad se ha multiplicado por cuatro y se prevé que siga creciendo. Además, por primera vez en la historia, desde hace 4 años las personas mayores de 65 años superan en número a los niños menores de cinco años. El envejecimiento poblacional afecta especialmente a los países más desarrollados. Mas de un 25% de las personas mayores de estas regiones viven solas.
Las sociedades más desarrolladas invierten mucho en esta edad de la vida, pero no ayudan a interpretarla; ofrecen planes de asistencia, pero no proyectos de existencia.
Envejecer no implica solamente el deterioro natural del cuerpo o el ineludible pasar del tiempo, sino el don de una larga vida. La ancianidad a muchos les da miedo. La consideran una especie de enfermedad con la que es mejor no entrar en contacto».
¡Envejecer no es una condena, es una bendición!”
El anciano puede ser una bendición para quienes viven a su lado, porque la ancianidad no es un tiempo inútil, sino que es una estación para seguir dando frutos.
Estamos en este siglo XXI viviendo un tiempo difícil, marcado por la pandemia, luego, por una guerra que afecta a la paz y el desarrollo a escala mundial. Serán los mansos, no los agresivos, los que heredarán la tierra. Todos hemos pasado por las rodillas de los abuelos, que nos han llevado en brazos.
Día de los Abuelos y de los Mayores 2022, 24 de julio.
¡Bendita la casa que cuida a un anciano! ¡Bendita la familia que honra a sus abuelos!”.
La vida pasa en un soplo y no siempre es suave y sin dolor:
“…Setenta son los años que vivimos,
y los más fuertes llegan hasta ochenta;
pero el orgullo de vivir tanto
sólo trae molestias y trabajo.
¡Los años pasan pronto, lo mismo que nosotros! …”(Sal. 90[89], 10).
“…Dios mío, no me abandones
aun cuando ya esté yo viejo y canoso,
pues aún tengo que hablar de tu gran poder
a esta generación y a las futuras…” ( Sal.71(70),18)
Los ancianos deben ser valorados por su experiencia. Nos lo recuerda la Biblia: “…El orgullo de los jóvenes está en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas…” (Prov. 20,29)
“…Los ancianos tienen sabiduría;
la edad les ha dado entendimiento…” (Job. 12,12)
Las personas de edad, eran las de mayor conocimiento y experiencia. De hecho, es a esta combinación de conocimiento y experiencia a lo que llamamos sabiduría. La palabra «anciano» llegó a ser sinónimo de sabiduría y de autoridad.
“Ponte en pie y respeta a los ancianos. Sé reverente con tu Dios. Yo soy el Señor…” (Leví. 19,32)
“…Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor le apliquen aceite…”(Sant. 5,14)
Cuando Moisés vive la experiencia de la zarza ardiente, Dios se le presenta así:
“…Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Moisés se cubrió la cara, pues tuvo miedo de mirar a Dios…”
Dios pone su propio nombre junto al de los grandes ancianos que representan la legitimidad y la garantía de la fe de Israel.
Cuando Moisés tiene que presentarse ante los israelitas para decirles que ha recibido un llamamiento de Dios, recibe la siguiente indicación: «Ve, reúne a los ancianos de Israel y diles: ‘El Señor, el Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, se me apareció y me dijo que ha puesto su atención en vosotros, y que ha visto el trato que os dan en Egipto…” (Ex. 3,16).
Lo ancianos acompañaban a Moisés para asuntos importantes: presentarse ante el Faraón o anunciar temas importante a todo el pueblo.
“… Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al rey de Egipto y le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Por tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios….” (Éx. 3,18).
Moisés y Aarón se dirigían a los ancianos (ver Éxodo 4, 29; 12,21; 17,5-6; 18,12; 19,7; 24.9-11).
“…Moisés fue y llamó a los ancianos del pueblo, y les expuso todo lo que el Señor le había ordenado…” ( Éx. 19,7)
Dios se sirve de la fragilidad de los cuerpos ya no jóvenes, débiles, estériles e impotentes.
“…Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo…” (1 Cor.1,27-28).
“… En contra de toda esperanza, Abraham creyó y tuvo esperanza, y así llegó a ser “padre de muchas naciones”, conforme a lo que Dios le había dicho: “Así será el número de tus descendientes”.La fe de Abraham no se debilitó, a pesar de que ya tenía casi cien años de edad y se daba cuenta de que tanto él como Sara pronto habrían de morir, y que eran demasiado ancianos para tener hijos.No dudó ni desconfió de la promesa de Dios, sino que su fe se hizo más firme. Así, del vientre estéril de Sara y del cuerpo centenario de Abrahán nace el Pueblo elegido…” ( Rom. 4,18-20).
El anciano se siente instrumento de la historia de la salvación. De la estéril Isabel y del anciano Zacarías, nace Juan Bautista, precursor de Jesucristo.
En el primer concilio de la Historia de la Iglesia, (el concilio de Jerusalén) vemos cómo los ancianos ya tenían un puesto preferente en decisiones y consejos.
“…Por aquel tiempo, algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los hermanos que no podían ser salvos si no se sometían al rito de la circuncisión, conforme a la práctica establecida por Moisés. Pablo y Bernabé tuvieron por esto una fuerte discusión con ellos. Luego se decidió que Pablo, Bernabé y algunos otros fueran a Jerusalén, a tratar este asunto con los apóstoles y ancianos de la iglesia de aquella ciudad. …Al llegar a Jerusalén, Pablo y Bernabé fueron recibidos por la iglesia, y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos…Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto…Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia, decidieron enviar a algunos de ellos con Pablo y Bernabé a Antioquía. Escogieron a Judas, también llamado Barsabás, y a Silas, que eran hombres de importancia entre los hermanos.y con ellos mandaron la siguiente carta: “Nosotros, los apóstoles y ancianos, hermanos vuestros, saludamos a los hermanos no judíos que viven en Antioquía, Siria y Cilicia….” (Hech. 15,1-2, 4.6.22-23).
“…En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaban a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén, y les recomendaban que las guardasen…”Hech. 16,4).
“…Hallándose en Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso…” (Hech. 20,17).
“…Al día siguiente, Pablo fue con nosotros a visitar a Santiago,y a esta reunión acudieron también todos los ancianos…” (Hech. 21,18).
“…También nombraron ancianos en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor en quien habían creído…” (Hech. 14,23
“…Cuando te dejé en la isla de Creta, lo hice para que arreglases lo que quedaba por arreglar, y para que en cada pueblo nombrases ancianos de la iglesia, de acuerdo con lo que te encargué…” (Tito 1,5)
Y ¿cómo deben ser los ancianos?
“…Los ancianos han de ser serios, respetables y de buen juicio; sanos en su fe, en su amor y en su fortaleza para soportar el sufrimiento. Igualmente, las ancianas han de portarse con reverencia y no ser chismosas ni esclavas del mucho vino. Deben dar buen ejemplo y enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos,a ser juiciosas, puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sujetas a sus esposos, para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios…” (Tito 2,2-5).
“…Los ancianos que gobiernan bien la iglesia deben ser doblemente apreciados,especialmente los que se dedican a predicar y enseñar..” ( 1 Tim. 5,17).
“…Quiero aconsejar ahora a los ancianos de vuestras congregaciones, yo que soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, y que, lo mismo que ellos, voy a tener parte en la gloria que ha de manifestarse. Cuidad de las ovejas de Dios que os han sido confiadas;hacedlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no como a la fuerza o por ambición de dinero. Realizad vuestro trabajo de buena gana, no comportándoos como si fuerais dueños de quienes están a vuestro cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos. Así, cuando aparezca el Pastor principal, recibiréis la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará…”(1 Pedro 5,1-4).
Respeto para los ancianos
Las personas ancianas deben ser tratadas con respeto.
“…No reprendas al anciano;al contrario, aconséjale como si fuera tu padre. Y trata a los jóvenes como si fueran tus hermanos. A las ancianas, trátalas como a tu propia madre; y a las jóvenes, como a tus hermanas, con toda pureza…” ( 1 Tim.5,1-2).
“…Los ancianosque gobiernan bien la iglesia deben ser doblemente apreciados,especialmente los que se dedican a predicar y enseñar…No hagas caso de acusaciones contra un anciano, si no están apoyadas por dos o tres testigos….” ( 1 Tim.5,17.19)
“… También vi alrededor del trono otros veinticuatro tronos, en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos que iban vestidos de blanco y llevaban una corona de oro en la cabeza…Cada vez que esos seres vivientes dan gloria y honor y gracias al que está sentado en el trono, al que vive por todos los siglos, los veinticuatro ancianos se arrodillan ante él y le adoran…” (Ap.4,4.10)
“…Pero uno de los ancianos me dijo: “No llores más, pues el León de la tribu de Judá, el retoño de David, ha vencido; él abrirá el rollo y romperá sus siete sellos.”
Entonces, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero. Estaba de pie, aunque mostraba señales de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra…” (Ap. 5, 5.10).
“…Los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se inclinaron hasta el suelo y adoraron a Dios,…” (Ap. 11,16)
“…Y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron de rodillas delante del Cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los que pertenecen al pueblo santo…Los cuatro seres vivientes respondían:
“¡Amén!”
Y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas y adoraron…” Ap.5,8.14).
“…Todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios diciendo:
- “¡Amén!
- La alabanza, la gloria,
- la sabiduría, la gratitud,
- el honor, el poder y la fuerza
- sean dados a nuestro Dios
- por todos los siglos
- ¡Amén!”
Entonces uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco, y de dónde han venido?”
“Tú lo sabes, Señor”, le contesté. Y él me dijo:
“Estos son los que han pasado por la gran aflicción, los que han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero.
Por eso están delante del trono de Dios,
y día y noche le sirven en su templo.
El que está sentado en el trono
los protegerá con su presencia…” (Ap.7,11-15).“
“..Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron hasta el suelo y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: “¡Amén! ¡Aleluya!…” (Ap.19,4)
“…Señor, en ti busco protección;
¡no me defraudes jamás!
Incluso los ancianos más enfermos, o inmovilizados, pueden orar. La oración es su fuerza, la oración es su vida. A través de la oración, participan en los dolores y en las alegrías de los demás, y pueden romper la barrera del aislamiento, salir de su condición de impotencia. La oración es un tema central, y de él se pasa a la cuestión de cómo un anciano puede llegar a ser contemplativo. Un anciano agotado, en su cama, es como un monje, un ermitaño: con su oración puede abrazar al mundo…” Sal. 71 (70).
Ancianos y la cultura del descarte
En esta cultura del descarte los ancianos son apartados. No faltan quienes se aprovechan de la edad del anciano, para engañarlo, para intimidarlo. A menudo leemos en los periódicos o escuchamos noticias de personas ancianas que son engañadas sin escrúpulos para apoderarse de sus ahorros; o que quedan desprotegidos y abandonados sin cuidados; u ofendidos por formas de desprecio e intimidados para que renuncien a sus derechos.
También en las familias
Esto es grave, pero sucede también en las familias. Tales crueldades también ocurren en las familias. Ancianos abandonados en residencias sin que los hijos vayan a verles o que vayan alguna vez al año. El anciano se queda fuera del ángulo de la existencia. Y esto sucede, sucede hoy, Debemos reflexionar sobre esto.
Toda la sociedad debe apresurarse para cuidar de sus ancianos, son un “tesoro”. Tesoro cada vez más numeroso, y a menudo también más abandonado. Cuando oímos hablar de ancianos que son despojados de su autonomía, de su seguridad, incluso de su hogar, ahí vemos un rasgo de esa cultura del descarte que envenena el mundo en el que vivimos.
La vejez no solo pierde su dignidad, sino que duda incluso de que merezca continuar. Así, todos somos tentados para esconder la propia vulnerabilidad, esconder nuestra enfermedad, nuestra edad, nuestra vejez, porque tememos que sean la antesala de nuestra pérdida de dignidad.
Preguntémonos: ¿es humano inducir este sentimiento? ¿Por qué la civilización moderna, tan avanzada y eficiente, se siente tan incómoda con la enfermedad y la vejez? ¿Y por qué la política, que se muestra tan comprometida con definir los límites de una supervivencia digna, al mismo tiempo es insensible a la dignidad de una convivencia afectuosa con los ancianos y los enfermos?
Jesús, en los Evangelios, nunca rechaza la oración de quien necesita ayuda. Los ancianos, por su debilidad, pueden enseñar a los que viven otras edades. Todos debemos aprender de la vejez. Hay un “magisterio de la fragilidad”, -no esconder la fragilidad-, que la vejez es capaz de recordar de manera creíble para todo el arco de la vida humana. No esconder la vejez. Estamos ante una enseñanza para todos.
Cada uno de nosotros puede pensar hoy en los ancianos de la familia. ¿Cómo me relaciono con ellos?, ¿me acuerdo de ellos, voy a verles?, ¿trato de que no les falte nada?, ¿respeto a los ancianos que son de mi familia?
Los padres, los abuelos y los tíos, ¿los he borrado de mi vida o voy a verles para aprender sabiduría de la vida? Recuerda que también tú serás anciano. La vejez viene para todos y como tú querrías ser tratado en el momento de la vejez, trata a los ancianos hoy. Son la memoria de la familia, la memoria de la unidad, la memoria del país. Cuidemos a los ancianos; son sabiduría.

Salmo 71(70) Oración de un anciano



Texto de Regina Brett. The Plain Dealer,Cleveland, Ohio.
(En la celebración de la edad de 90 años. “Lecciones que me ha enseñado la vida”
- La vida no es justa, pero así y todo es buena.
- Perdona todo a todos.
- La vida es demasiado corta para perder el tiempo lamentándose.
- Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. No pierdas el contacto.
- No has de ganar cada discusión. Has de estar de acuerdo con no estar de acuerdo.
- Llora con alguien. Ayuda más que llorar solo.
- Cuando se trata de chocolate, (Yo lo cambiaría por vino), la resistencia es inútil.
- Haz las paces con tu pasado para que no te arruine el presente.
- No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
- Respira profundamente. Eso calma la mente.
- Elimina todo lo que no sea útil, bonito o alegre.
- Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
- Cuando se trata de perseguir lo que quieres de la vida, no aceptes un «no» por respuesta.
- Enciende las luces, utiliza las sábanas bonitas, ponte los vestidos caros. No los guardes para una ocasión especial. Hoy es ese día especial.
- Sé excéntrico ahora. No esperes a ser muy viejo.
- El órgano sexual mas importante es el cerebro.
- Nadie es responsable de tu felicidad, sólo tú.
- Enmarca todo supuesto «desastre» con estas palabras: «Dentro de cinco años, ¿eso importará ?»
- Perdona todo a todos.
- Que no te afecte lo que los otros piensen de ti. Ni te preocupes por eso.
- El tiempo lo cura todo.
- Por más buena o mala que sea una situación… ¡¡algún día cambiará!!
- No te tomes nada demasiado en serio.
- No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
- Llegar a viejo es mejor que la alternativa «morir joven».
- Todo lo que realmente importa al final es que hayas amado.
- Sal cada día. Los milagros se esperan por todas partes.Si juntásemos nuestros problemas y viésemos los de los otros, querríamos los nuestros.
- La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
- Lo mejor está aún por llegar… ten fe y sigue adelante.
- No importa como te sientas… arréglate y preséntate.
- Cede.
- La vida no está envuelta con un lazo, pero sigue siendo un regalo.«`



