EL Pescador satisfecho
La sencillez lleva a la felicidad
El Pescador satisfecho. Anthony de Mello
El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando en pipa.
«¿Por qué no has salido a pescar?», le pregunto el industrial.
«Porque ya he pescado bastante hoy», le respondió el pescador.
«¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?», insistió el industrial.
«¿Y qué iba a hacer con ello?», preguntó a su vez el pescador.
«Ganarías más dinero», fue la respuesta. «De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Y así podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que pescarías más peces y así más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo».
«¿Y qué haría entonces?», preguntó de nuevo el pescador.
«Podías sentarte y disfrutar de la vida», respondió el industrial.
«¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?», respondió el satisfecho pescador.
Perseguimos tantas cosas intentando alcanzarlas para ser felices. Este cuento nos puede ayudar para entendernos un poco mejor. Es más acertado conservar intacta la capacidad de disfrutar que ganar un montón de dinero (argumenta Anthony de Mello)

Anthony de Mello,(Bombay 1931-N.York 1987) sacerdote jesuita y psicoterapeuta, solía contar parábolas e historias para llevar su conocimiento al ser humano.
En este tiempo de prisas, y materialista, esta historia nos muestra en qué consiste lo importante. Es decir, vive cada momento. Es un cuento alabando la sencillez. “Bienaventurados los sencillos, porque de ellos es el Reino de los Cielos”.
Los sencillos no envidian a los poderosos… prefieren vivir la vida a ras de suelo, en contacto con los demás. Vivir “con sencillez”, esa sencillez que llena el espíritu y refleja un estilo de vida que es ejemplo para los demás. Los sencillos como indica Anthony de Mello en este cuento que escribió para el libro “El canto del pájaro”, son sabios.
Esta historia no condena el sano progreso económico de la sociedad. Pero nos dice que la felicidad no radica en tener mucho, sino en vivir lo que se tiene con sencillez y paz. La sencillez de vida es la clave de la felicidad. No es más feliz quien más tiene.
“El secreto de la vida y de la felicidad no consiste en hacer aquello que se quiere, sino en querer aquello que se hace”.
