Inmigración
El Papa pide leyes que favorezcan la inmigración y aboga por
la ampliación de rutas seguras
El Papa pide leyes que favorezcan la inmigración y aboga por la ampliación de rutas seguras
En lugar de la catequesis habitual, el papa Francisco dedicó su discurso en la Audiencia General celebrada hoy en la Plaza de San Pedro a la crisis migratoria que continúa cobrándose vidas en mares, océanos y desiertos de todo el mundo. Su tesis es que no debe ponerse ningún límite a la llegada de inmigrantes.
Francisco: «El Señor está con los migrantes, y no con quien los rechaza»
| Francisco, durante la audiencia de 28-8-24 Vatican Media |
«Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los emigrantes. [Para rechazar a los emigrantes, repitió]. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave»
«En la era de los satélites y de los drones, hay hombres, mujeres y niños migrantes que nadie debe ver. Solo Dios los ve y escucha su clamor». «El Señor está con los migrantes y no con quien los rechaza»
«No es mediante leyes más restrictivas, no es mediante la militarización de las fronteras, no es mediante rechazos como lo conseguiremos. Por el contrario, lo conseguiremos ampliando las rutas de acceso seguras y legales para los migrantes, facilitando el refugio a quienes huyen.
Es obvio
El Papa Francisco ha recordado por medio de un mensaje dirigido a los participantes del XVII Simposio Intercristiano, que “todo ser humano está dotado de dignidad por el mero hecho de existir”.
El Santo Padre destacó que la humanidad vive actualmente una “verdadera revolución”, como es la irrupción de la Inteligencia Artificial, o los “increíbles avances de la ciencia”.
“A la luz de la enseñanza de la Sagrada Escritura y de la Tradición cristiana, es necesario reafirmar que todo ser humano está dotado de dignidad por el mero hecho de existir, como entidad espiritual, creada por Dios y destinada a una relación filial con Él”.
Asimismo, recordó que “la defensa de esta dignidad frente a amenazas muy concretas como la pobreza, la guerra, la explotación y otras, es un compromiso común en el que deben trabajar juntas todas las Iglesias”.
“Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los emigrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave”, aseveró. En este sentido, recordó que “el huérfano, la viuda y el forastero son los pobres por excelencia a los que Dios siempre defiende y pide defender”.
“En la era de los satélites y de los drones, hay hombres, mujeres y niños migrantes que nadie debe ver. Los esconden. Solo Dios los ve y escucha su clamor. Y esta es una crueldad de nuestra civilización”.
“El Señor está con nuestros migrantes en el mare nostrum, el Señor está con ellos, no con aquellos que les rechazan”, advirtió el Pontífice.
En una cosa podemos estar todos de acuerdo, continuó el Papa Francisco, “en esos mares y desiertos mortíferos, los migrantes de hoy no deberían estar. Pero no es mediante leyes más restrictivas, no es mediante la militarización de las fronteras, no es mediante rechazos como lo conseguiremos”.
“Por el contrario, lo conseguiremos ampliando las rutas de acceso seguras y legales para los migrantes, facilitando el refugio a quienes huyen de la guerra, la violencia, la persecución y diversas calamidades; lo conseguiremos fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Y aunando esfuerzos para combatir el tráfico de seres humanos, para detener a los traficantes criminales que se aprovechan sin piedad de la miseria ajena”, señaló.